Instrucciones para escuchar la Voz de Dios
¿Qué es la Ciudad de la Oración?
• La ciudad de la oración, Mi Cívitas, es un ejército de oración en orden de batalla, comandado por Mi Santa Madre, la Madre de Dios, Santa María. Se dedica a glorificar el Santo nombre de Dios para que sea realidad su Reino sobre la tierra, empezando en el corazón de cada uno y se haga su Santa Voluntad en la creación entera.
• Mi Pequeña Cuidad, Mi Ciudad de la Oración, es la más pequeña en número de habitantes; pero la mayor por su extensión, pues a ella pertenecen y de ella han salido todas las almas de oración del cielo y de la tierra.
• Llamo a los hijos de Mi Santa Madre, María, a total concentración, disciplina, obediencia y lealtad, para que acudan a escuchar Mis Instrucciones de batalla, para implantar el Reino de Dios sobre la tierra. Instrucciones de guerra para combatir las malignas potestades y para hacerse cada uno dentro de sí violencia.
• Instrucciones para imponer la paz en el corazón de cada uno a fin de que Dios reine en ellos. Estas son las instrucciones que, con base en las Escrituras, Yo le vengo dictando a Leomar: Instrucciones para escuchar la voz de Dios.
• Que cada uno de Mis hijos y Mis hijas se ponga en pié de guerra para incrementar Mi ejército; que busquen entre sus conocidos, principalmente en el templo, almas selectas, generosas, obedientes, desprendidas y valientes y las traigan a Mi Cívitas para hablarles de entrega total a la oración, para escuchar Mis Instrucciones y vivirlas plenamente.
• El único distintivo de Mi Cívitas, será la paz profunda en el corazón de cada uno: Mi paz que Yo les daré.
• Pido a los hijos de Mi Cívitas que colaboren, dando cada uno a Dios lo mejor de sí, para hacer publicar Mis Instrucciones y hacer que lleguen en todos los idiomas a todos los rincones de la tierra.
Cómo meditar las instrucciones
• Se leen los escritos y los puntos que te impacten los escribes textualmente en un cuaderno; éstos puntos Soy Yo quien te los digo para que los medites y los vivas.
• Lleva otro cuaderno acerca de las luces concretas que Yo te inspiro, relacionadas con los puntos que te impactan.
• Ya no quiero que Mis hijos estén dispersos en actividades y reuniones que les quitan tiempo valioso para concentrarse a meditar las Instrucciones, sino que atiendan mi llamado y se dediquen por entero a Mi Ciudad de la Oración.
• Hijo Mío, a ti te he constituido guía, para que conduzcas a Mis hijos y Mis hijas hacia la Ciudad de la Oración; la comandante del Ejército es Mi Madre y el dueño de la Ciudad Soy Yo.
• Mi Ciudad será llamada CIVITAS.
Escuchar la voz de Dios
1. Tú hijo mío, no eres vidente sino invidente y no eres oyente sino sordo. Pero tú, hijo mío, eres alma de oración que tiene fe y que escucha a Dios en la oración y Me gustas, Me sientes y Me palpas.
2. Si, hijo, ” Yo envío mis mensajes a la tierra” (como dice el salmo 147,15) pero necesito corazones receptores que Me escuchen, para que hagan correr velozmente Mis Palabras a mis hijos confundidos, atareados, distraídos. Esa es la misión tuya: escuchar a Dios y ayudarles a otros a arreglar el receptor de su propio corazón ¡Para qué escuchen al Dios vivo que les habla!
3. Dedica tu vida a aprender a escuchar la voz de Dios que te habla en la oración – nunca acabarás de aprender – pero mientras te dedicas a aprender, sentirás que tu corazón lo está escuchando, es más, descubrirás que ya lo habías escuchado alguna vez y ahora te puedes dedicar a escucharlo a cada instante.
4. A esto es lo más grande que puedes dedicar tu vida: ¡a escucharme! A esto se dedican las almas en el cielo.
5. Dedícate a escucharme y a hacer que los demás Me escuchen.
6. Hijo lleva Mis Palabras a los hombres.
7. Diles a los que pregunten ¿Cómo lo haces? Que no miren la botella sino el vino.
8. Diles que una botella indigna y fea, quiere compartir con ellos, licores exquisitos de la sabiduría divina.
9. Hijo, cuando ofrezcas mis licores, no hace falta que muestres el empaque. A Mí me gusta almacenar Mis joyas y tesoros, en bolsas de basura – como tú – para que sólo los aprecien los humildes.
10. Como el oro, Mis Palabras se conocen y comprueban por su propio peso.
11. No te avergüence mostrarte como eres: un pobre e indigno pecador que Dios llama a su servicio, para que también ellos sientan Mi llamada.
12. Diles que hablas Conmigo en la oración y que Yo necesito hablar con todos ellos y que a cada uno, llamo por su propio nombre.
13. Te escogí a ti, porque a Mí me gusta trabajar con desperdicios, con las sobras, con los restos y residuos.
14. Que vengan a Mí – como tú lo hiciste -, los que se sientan indignos y humillados, que Yo los aprovecho, los valoro y los exalto, los limpio y los perdono como a ti.
15. Yo me encargaré de curarlos y sanarlos. Los perfumaré, los vestiré con Mis propios vestidos, los engalanaré con Mis joyas y tesoros, los llenaré de besos y los abrazaré contra Mi pecho, para que no Me dejen nunca, nunca más.
16. Dirígete en primer lugar a los que aman a Mí Madre, porque quiero quemar sus corazones para Yo prender Mi fuego.
17. Dirígete a las almas entregadas a Mi Santa Voluntad, para que hagan de la vida de oración su verdadero trabajo, que yo me encargo de su sustento. Si trabajan para Dios les paga Dios.
18. Quiero hacerme “un ejército de oración en orden de batalla” “Mi Ciudad de la Oración”, dirigida por mi Madre, para vencer a satanás y reinar Dios sobre la tierra.
19. Que se alisten, que yo hablaré junto con Mi Madre, en el fondo del corazón a cada uno; sin prodigios ni señales, la única señal son Mis Palabras que Yo haré que resuenen en el alma de las que las mediten, relean y ejecuten.
20. Yo quiero que a ti nada te distraiga, para que permanezcas a Mi lado, noche y día, escuchando Mis Palabras.
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Mensaje del Señor para las familias de sus hijos e hijas de su Cívitas. (feb 11 de 2000)
• Tengan siempre presente, hijos Míos, que Yo los he unido en amor y fe y que ya no son dos sino una sola alma, un solo cuerpo y un solo espíritu.
• Llénate como luna llena, del esplendor y del brillo que te brinda Dios. Llénate como el mar, de gotas de sabiduría.
• Llénate de la sabiduría de Dios, para que des de tú reboso.
• Tú, hijo Mío, como cabeza que eres de tu esposa, ámala como Yo amé a Mi Iglesia y la sigo amando.
• Tú, hija Mía, ama también al compañero que te he dado. Es Mi Bendición que los bendice y se derrama sobre ustedes. Es una gran unción que derramo desde Mi Corazón Sacratísimo para ustedes Mis hijos.
• Esta es la misión que Yo les doy a cada uno de Mis hijos de Mi Cívitas: orar y ofrecer sacrificios por las familias del mundo entero porque Yo quiero Reinar en los hogares y es en el templo del hogar donde quiero ser enseñado, escuchado, adorado y bendecido. Sí Reino en cada hogar Reino en el mundo.
• El enemigo de Dios ha extendido su reino en los corazones de los hombres para destruir los hogares, prostituir las relaciones matrimoniales y abrir así las puertas a la infidelidad.
• Quiero que Mis hijos y Mis hijas de Mi Cívitas sean testimonio de fe y de amor, sembradores de paz en la familia.
• Yo, Jesús de la Misericordia, los bendigo, les enseño y les pido que no olviden la misión que les he dado.
1. A veces el amor humano humilla; pero siempre el Amor Divino exalta.
2. No alcanza la imaginación a percibir lo que satisface el Amor Divino.
3. A veces el amor humano causa inquietud; pero siempre el Amor Divino causa paz.
4. A veces el amor humano revuelve el interior del alma, pero el Amor Divino la engrandece siempre.
5. Cada quien ama según el tamaño de su corazón.
6. El corazón de una criatura por más grande que sea es limitado. El corazón de Dios es infinito y lo tiene reservado para ti.
7. El amor es consuelo de la muerte.
8. Nunca des por conquistado el corazón. El corazón humano y el Divino hay que conquistarlo a cada instante.
9. La vejez arrasa la belleza y deja todos los defectos.
10. En ocasiones el amor humano achica, pero el Amor de Dios siempre engrandece.
11. El amor de la tierra te puede llegar a esclavizar; pero el Amor de Dios siempre libera.
12. El amor humano te pone en contacto con todas las realidades de la tierra, y el Amor Divino con todas las realidades de los cielos.
13. El amor humano se soporta y el Divino se disfruta.
14. El amor humano a veces es peso que agobia, pero el Amor Divino es turbina que vuela.
15. El amor humano descubre todos los defectos; el Amor Divino descubre todas las virtudes.
16. El amor humano exige su sustento; el Amor Divino te sustenta.
17. El amor humano pide; el Amor Divino da.
18. Al amor de la tierra vas a dar; al Amor Divino vas a recibir.
19. El amor humano exige en ocasiones sufrimiento; el amor de Dios es todo gozo aún en el dolor.
20. En el amor humano se ven las necesidades; en el Amor de Dios sólo se ven satisfacciones.
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1. No se llama solamente “padre” al que aporta la semilla de la carne, sino al que aporta la cerilla que enciende la llama del espíritu, en los corazones de sus hijos, de los hijos de Dios.
2. Buena ocupación es ocuparse de los pobres y mejor aún es darles donde pescar, abriendo el mar acaparado por unos pocos insensibles y egoístas.
3. Para solucionar el hambre de los pobres, hay que sanar primero el hambre de avaricia de los egoístas de la tierra. A ellos hay que llegar con la Palabra del Señor.
4. El hambre de los pobres se soluciona dando el Pan de la Palabra de Dios a los ricos de la tierra, para que ellos den el pan al pobre.
5. Dios hace producir alimentos cada día en abundancia para que todos coman; pero la comida no llega porque es acaparada y derrochada por unos pocos.
6. A todos conmueve la pobreza absoluta de la tierra. Pero pocos se dan cuenta de la pobreza absoluta que viven muchos, que en la tierra lo tuvieron todo, y que ahora están en el infierno eternamente.
7. El pobre que sabe llevar bien su carencia va camino del Reino de los Cielos; pero el rico que no emplea su riqueza en beneficio de los demás, es digno de verdadera compasión.
8. Da siempre lo mejor de ti y agradarás a Dios.
9. Quiere Dios que enseñes a los demás a mantenerse en su camino, actuando tu con rectitud y con justicia.
10. Que por lo que haces se den cuenta que Dios está contigo.
11. El que sirve es buscado y quien no sirve es rechazado.
12. El apostolado lo hace Dios – junto con su Madre – y Él envía a sus ángeles a llamar a cada hombre en su interior.
13. El mejor apostolado es que tú escuches a Dios.
14. El mejor apostolado es que tú muevas a Dios a que envíe sus gracias tumbativas a los hombres.
15. El mejor apostolado no es que les hables a los hombres sino a Dios.
16. En el cielo te sorprenderás de la cantidad de gente que han salvado, las personas que hacen oración, encerradas en su lecho de enfermo o en su casa o en un convento, sin que nadie las conozca.
17. Dios quiere almas de oración y no personas dispersas que dan vueltas en torno a la vanidad de sus ideas personales y no escuchan al Señor.
18. Es bueno hablar a los hombres de Dios; pero si primero has hablado a Dios de los hombres.
19. No es hora de gritar en la calle; sino de escuchar en la casa a Dios.
20. No quiere Dios – en esta hora – tantas manifestaciones colectivas de piedad, sino mejor auténtica oración individual y privada, donde Dios habla a cada uno.
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1. Dios no quiere caras tristes, angustiadas de temor, sino hijos felices con Su Amor.
2. La gente busca a Dios, porque encuentra en Él felicidad. Si en Cafarnaún o en Jerusalén o en Betania, hubiese llegado Jesús con un ejército de caras tristes y aburridas ¿tú crees que la gente se hubiera animado a seguirle a multitudes?
3. Esta es la señal que Dios da al alma, como prueba de estar con Él: no temas. El que tenga temor no ha encontrado a Dios.
4. El alma se da cuenta del encuentro con Dios y de la seguridad de Sus Palabras, porque siente de inmediato una gran paz.
5. Sólo podrás decir que estas bien, si en realidad eres feliz.
6. El costo de la felicidad no es alto ni bajo, está al alcance de tu mano: tienes que poner en las manos de Dios todo lo que eres y todo lo que tienes y entregárselo; entregar tu tiempo día y noche para cumplir a gusto Su Santa Voluntad.
7. El hijo que está con Dios siempre le va bien y está feliz, aunque lo tiren a un pozo – como a José -, lo vendan como esclavo, y lo encarcelen; porque independientemente de donde esté, en su corazón lleva su cielo.
8. No te dejes engañar, quien aparenta llevar el cielo por fuera, por dentro lleva su infierno.
9. La sonrisa más feliz es la de un pobre, que lleva con alegría su pobreza.
10. Habla con Dios y tu corazón se curará de la tristeza.
11. Dios es remedio a todo mal.
12. Quema tu corazón con lágrimas de amor, para purificarlo y así Dios poder entrar en él.
13. Si tienes a la Madre de Dios y a su Hijo, no hay motivo de tristeza o preocupación alguna.
14. Sólo recibe aquel que da y quien da todo, lo posee todo.
15. Con Dios la juventud se disfruta y la vejez se goza.
16. Con Dios la juventud se hace más joven y la vejez recobra fuerzas.
17. No mires lo que no tienes, porque tu corazón que es tan sensible, pedirá a gritos un consuelo.
18. La clave de la felicidad la tiene el día de “hoy”.
19. Cuando se cree, el espíritu revive.
20. La fe saca fuerzas de la tumba para ir en pos de aquello que se cree.
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1. Dios necesita muchos soldados rasos que hagan la guerra – la guerra de paz de la oración – en su propia casa, para vencer a satanás y que Reine la Voluntad de Dios sobre la tierra.
2. La santidad no la hace la convivencia con otros, sino la unión con Dios que te proporciona la oración: la oración atenta de escuchar Su Voz.
3. Que tu cabeza esté ciento por ciento ocupada en las cosas de Dios y de sus almas, y Mi cabeza la ocuparé en las cosas tuyas.
4. Que tu corazón esté ciento por ciento con Dios y con su Madre.
5. Para Reinar Dios en el mundo, surgirá un ejercito de hombres y mujeres comandado por la Madre, para ponerse en orden de oración en la Ciudad de la Oración (Mi Cívitas Orationis)
6. Personas entregadas que pongan en las manos de la Madre de Dios su corazón, para que Ella lo limpie y se lo ofrezca a su Hijo.
7. Personas que le entreguen a la Madre de Dios toda su cabeza, para que su mente sólo se ocupe de las cosas de su Hijo.
8. Personas que le entreguen a la Madre de Dios su voluntad, para que se ocupen y trabajen en conocer y Amar a Dios.
9. Cuando Dios comienza a construir una Ciudad, mientras más grande la quiere más pequeña comienza.
10. Le basta a Dios un árbol fiel para sacar de él millones de semillas, sé tú ese árbol fiel.
11. Los hijos de Abraham, herederos de la carne, no le fueron fieles al Señor; quiere el Señor suscitar un nuevo pueblo con los hijos de su Madre, para Reinar Dios sobre la tierra: con los hijos de Su Civitas.
12. Los hijos de la Madre de Dios son los que a Dios le dicen “Sí” a todos sus mandatos, porque siguen el ejemplo de Ella.
13. La familia no la constituyen los lazos de la sangre, sino los lazos del espíritu. Quiere Dios hacerse una Familia unida por los lazos de la vida de oración.
14. Quiere Dios llevar nuevamente a los hombres a la tierra prometida – del Reino de su Palabra – a través del desierto solitario y silencioso de la oración individual.
15. No es posible llegar a la tierra prometida del Reino de Dios sobre la tierra, si no se está dispuesto a dejar las distracciones que esclavizan, para adentrarse en el inmenso desierto de la oración individual.
16. Dios quiere darle a sus hijos, la orden de partida, para que dejen todo lo que los esclaviza y los somete al barro de la tierra.
17. Dios conoce las angustias de sus hijos y los quiere liberar de sus dolores.
18. Dios quiere llevar a sus hijos a una tierra tranquila, llena de paz, gozo, felicidad, abundancia y alegría: La Ciudad de la Oración, la tierra de Dios en su propio corazón.
19. En la tierra de Dios, el corazón de los hombres, reina actualmente satanás. Es necesario que sus hijos – los hijos de Dios -, arrojen a satanás con el arma omnipotente de la oración: de la oración que escucha Sus Santas Instrucciones.
20. Dios va a suscribir un ejercito de hombres y mujeres que en su propia casa, se dediquen totalmente a la oración, en forma individual e independiente: La Ciudad de la Oración.
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1. Dios que te dio la vida se encarga de sostenerte.
2. El que invita paga, y fue Dios el que te invitó a participar en el corto viaje de la vida.
3. Dios da la existencia y la mantiene.
4. Imita a los niños. El niño sólo sabe decir “yo quiero” y lo que quiere se lo dan.
5. El niño sólo sabe llorar o reír. Llorar y reír es la clave para obtenerlo todo.
6. Llorar es oración para pedir; reír es oración para agradecer a Dios lo recibido.
7. Dios quiere que siempre le sonrías en acción de gratitud.
8. No hace falta que llores a Dios para pedirle. Dios sabe a qué hora debe darte todo lo que necesitas.
9. Dios tiene ya solucionadas y previstas, todas tus necesidades de mañana.
10. Con Dios tienes un futuro feliz asegurado.
11. A quienes confían en Dios, todas las cosas les sonríen.
12. Tu futuro es el día de hoy que se prolonga para siempre y hoy no te ha faltado nada.
13. Ten confianza en Dios, sin esperar de El cosas extraordinarias. Dios hace lo extraordinario de forma ordinaria y sin llamar la atención.
14. A Dios no le gusta ser espectáculo. A Dios no le gusta el ruido. El sol funciona silenciosamente porque así lo manda Dios.
15. ¿Porqué te preocupas por tus necesidades, si Dios te ha sostenido desde el vientre de tu madre?
16. ¿Te ha faltado algo hasta el día de hoy?. Dios no cambia de parecer como los hombres. Dios te sostendrá hasta la muerte y tiene ya previstos todos los detalles de tu funeral y las personas que te acompañarán hasta tu tumba.
17. Dios no creó hombres, sino hijos. Cada hombre es para Dios su hijo único.
18. Dios es madre y una madre siempre está pensando en los problemas de sus hijos.
19. Dios piensa a cada instante en ti.
20. Si una madre pudiera solucionar todos los problemas de sus hijos, lo haría, Dios es mucho más que una madre.
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1. El vacío de Dios, lleva a buscar el gozo en las cosas de la tierra. El vacío de las criaturas, lleva a buscar el gozo en las cosas de Dios.
2. Los ojos no sólo ven, sino que recogen para adentro y llenan el corazón de lo que ven.
3. Sólo tienes dos opciones: llenarte del cielo o del polvo de la tierra. Escoge, que lo que quieras se te dará.
4. En la medida que te desprendas serás feliz.
5. Si al ir despojando tu corazón de los apegos, te da tanta alegría ¿Cómo será cuando lo llenes completamente de Dios?
6. Dios a unos los colma de bienes y los bienes son su cruz; a otros Dios los bendice con la cruz liviana de la pobreza.
7. Cuando no se está apegado a nada se puede pensar en Dios.
8. Mientras menos tengas más te llenas, mientras menos tengas, Dios más tiene que darte.
9. Dios necesita de ti, y que nada de la tierra te distraiga, para que puedas pensar en Él.
10. Cuando esperas más, te llega menos; pero cuando estés desprendido te llegará más de lo que antes esperabas.
11. No te faltará nada cuando no tengas nada.
12. Renuncia a los consuelos para que Dios pueda darte Su consuelo.
• Renuncia a las compañías para Dios poderte acompañar.
• Renuncia a tus negocios personales para que te ocupes de los negocios de Dios.
• Renuncia a tu futuro para que Dios pueda darte Su presente eterno.
• Renuncia a tu presente para que tengas de presente a Dios.
13. Dale todo lo tuyo y Él te dará todo lo Suyo:
• Dale tu tiempo y Él te dará la eternidad.
• Dale tu inteligencia y Él te dará la de Él.
• Dale tu voluntad y Él te dará Su amor.
• Dale tu pasado para Él limpiarlo con el pasado Suyo.
• Dale tu debilidad y Él te dará Su fortaleza.
• Dale tu enfermedad para que Él te de Su medicina.
• Dale tu dolor para Él mezclarlo con el Suyo.
• Dale tu pobreza para Él darte Su riqueza.
• Dale tus gustos para Él poderte hacer feliz.
• Dale tu vida y El te dará la vida Suya.
• Dale tu memoria y El te tendrá en la memoria Suya.
• Dale tu experiencia y El te transmitirá la experiencia Suya.
• Dale tus conocimientos y El te dará el conocimiento Suyo.
• Dale tus servicios y El te servirá a ti.
• Dale tu capacidad de entrega para Él poderse entregar a ti.
• Dale tu atención y El te atenderá a ti.
• Dale tus proyectos para Él darte los proyectos Suyos.
• Dale tus ilusiones para Él transmitirte las ilusiones Suyas.
• Dale tus sueños y El te dará los sueños Suyos.
• Dale tu cielo para Él darte el cielo Suyo, desde ya desde la tierra.
• Dale tu deseo de recibir amor para que recibas el amor Suyo.
14. Dale, pero dale todo, porque a Dios no le gusta compartir.
• Dale, pero dale todo porque Dios no recibe nada a medias.
• Dale, pero no le des a medias, porque Dios no paga a medias.
15. Dale tu “si”, para decirle que Le sigues o dale de una vez tu “no”, para decir que Lo rechazas.
16. Le gusta a Dios que sus hijos estén desprendidos –no apegados- a las cosas que tienen, pero eso no justifica la suciedad, el desorden, el mal gusto y el descuido.
17. Si el que carece de algo, no está desprendido de eso que no tiene, no vive la pobreza, porque la pobreza está en el desprendimiento.
18. Si el que tiene algo lo cuida sin ningún apegamiento, ese vive la pobreza.
19. Dios te quita todo para poder darte todo: te quita el dinero para poder hacerte rico de verdad, te quita los amores de la tierra, para El poderte dar amor de verdad.
20. Convéncete que nada pierdes cuando pierdes cosas o el aprecio de personas de la tierra, mientras tengas a Dios nada has perdido, porque el que tiene a Dios lo tiene todo.
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1. Salomón puso a disposición de Dios toda la riqueza heredada de David, su padre, más la riqueza de él (la mayor riqueza de la tierra), para exaltar el culto a Dios y darle gloria.
2. Salomón sigue siendo escándalo para los hipócritas, como Judas, que se acuerdan de los pobres sólo en el momento en el cual alguien dispone de sus bienes para darle culto a Dios.
3. María bañó con un perfume de gran valor los pies sagrados de Jesús ante el escándalo de Judas y todos los fariseos.
4. Todo el pueblo se postraba de rodillas para adorar al Señor, cuando Simón derramaba sobre el altar la sangre de uvas (Sirácida 50, 15-17) ¡y era apenas sumo de uvas! que anunciaba la Sangre de Jesús.
5. Cuando el sacerdote levanta la sagrada hostia, levanta el cuerpo de Cristo y cuando levanta el cáliz, levanta su verdadera sangre. ¿Te parece que Dios se siente honrado cuando la gente no se postra de rodillas ante él?
6. Trata a Dios con la confianza como se trata a un papá y no con la parafernalia como se trata a un desconocido. Esto por supuesto, cuando le hables en privado, porque en una ceremonia litúrgica, si conviene que extremes el rigor del protocolo y lo adores como el Rey que es: Rey de reyes, Señor de señores.
7. Jesús ha dicho: Estoy que vuelvo a Mi Templo Santo, hijo, para arrojar nuevamente a latigazos a todos los irreverentes que en Mi Lugar Santo me tratan con desprecio y burla.
8. Jesús quiere estar con su sagrario, en las casas de sus hijos que verdaderamente le aman. Que cada uno pida a sus parientes y amigos objetos de plata y piedras finas, para que le honren como Él se lo merece: como Rey.
9. Antes, Jesús era el centro de los templos; ahora lo han tirado a un rincón. Antes le ofrecían la riqueza como Rey. Ahora le ofrecen la pobreza y frialdad de sus pobres corazones.
10. Hay templos en los cuales no tienen a Dios como Rey sino como un esclavo despreciado; por eso quiere Él, que sus hijos verdaderos lo lleven a vivir a sus hogares, para que El se sienta honrado, acompañado y adorado.
11. Que sus hijos destinen para Dios el mejor lugar cerrado de sus casas, para tenerlo como huésped de honor y miembro principal de la familia.
12. Los que honran a Dios con su culto atajan los castigos.
13. Cuando se piden cosas de valor para el culto de Dios, Él hace que se halle gracia hasta de los más impíos.
14. La pobreza y descuido de los templos, no se debe a la pobreza de los pueblos, sino a la frialdad de los corazones.
15. Le gusta a Dios que la gente vaya al templo bien vestida.
16. Cristo sacaría otra vez del templo, a las minifaldas, los escotes y los shorts, como sacó a los profanadores mercaderes.
17. Provoca la ira de Dios los cobardes que bendicen la unión libre de una pareja o el matrimonio civil de los católicos.
18. Prohibió Dios al pueblo de Israel que hicieran imágenes y esculturas, porque era un pueblo con gran inclinación a la idolatría y pretendían cambiar al Dios verdadero por dioses de piedra.
19. Pero Dios no prohíbe las imágenes de los santos, porque a ellos no se les adora, sino que se les venera y se les pide que intercedan ante Dios, ya que cerca de Él están.
20. Dios a los santos del cielo los escucha; son los grandes amigos del Señor y gozan de El eternamente. Es bueno ser amigo del Rey y de los amigos del Rey,
porque interceden a favor nuestro.
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• Reflexionar es buscar un rayo luminoso, que te aclare el camino en las tinieblas de la noche. Ese rayo luminoso es la dulce Voz de Dios.
• Reflexionar es buscar un rayo de calor que pegue fuego al alma fría. Ese rayo de calor es Jesús, que te quiere hablar en el camino.
• Reflexionar es buscar una onda sonora que resuene a tus oídos, ¿y qué mejor onda sonora que la Voz de Dios?
• Reflexionar es buscar un espacio de silencio para examinar tu alma cada día, porque es el mismo Dios quien quiere hablarte.
Capítulo 1
1. ¡Si supieras lo que Yo te Amo, hijo! Todo lo mejor que tú quisieras para ti, es muy poco, comparado con lo que Yo tengo preparado para ti.
2. Te ofrezco con misericordia Mi perdón y las delicias de Mi Amor; pero tienes que pedir perdón y cortar con el pecado.
3. Dedica tu vida a pedir perdón por todos tus pecados, y por los pecados de todos los hombres de la tierra. Pide por la verdadera conversión de todos, empezando por la tuya.
4. Reflexiona, hijo. Busca la luz de la verdad. La luz que a ti te alumbre, iluminará también a otros. Cierra tus ojos para afuera para que otros abran sus oídos.
5. No retiraré nunca Mi Amor de quien busca escucharme, por grandes que sean sus flaquezas; ni apagaré Mi Voz, por grandes que sean sus pecados.
6. Escúchame, hijo mío, y serás adoctrinado por tu Dios.
7. Hijo, si Me alejase de ti, lo haría tan sólo breve tiempo, para luego no dejarte nunca más.
8. La oración verdadera es escuchar la Voz de Dios. La oración aleja del temor y la opresión.
9. Escúchame, hijo, y entonces Me apiadaré de ti, tendré misericordia de tus pecados y te arroparé con el manto de Mi Amor.
10. ¿Qué papá bueno de la tierra no quisiera satisfacer el gusto de sus hijos? Yo, hijo, soy Padre Bueno y Poderoso, que te Ama.
11. Óyeme, escúchame y sígueme; Yo Me encargaré de darte Vida.
Capítulo 2
1. Me ocupo de regar todas las plantas de la tierra para sostenerles su existencia, ¿no Me ocuparé de sostener la existencia de los hijos que Yo Amo?
2. Yo que Me ocupo de lo grande; también sé ocuparme de todo lo pequeño tuyo. Para Mí todo lo grande es muy pequeño; pero todo lo tuyo, hijo, para Mí es muy importante.
3. ¿No te parece un gran milagro, hijo, el que no te falte el pan de cada día?
4. El trabajo de escucharme, hijo, te produce gozo y paz. Este trabajo, hijo, te traerá toda clase de beneficios y favores. Soy el único que paga por ser escuchado. Necesito desahogarme, hijo, y encuentro en la tierra muy pocos que tengan tiempo disponible para oírme.
5.No esperes, hijo, que te diga cosas nuevas. Yo siempre te diré la misma cosa de forma diferente: ¡qué te Amo!
6. No esperes de Mi parte cosas grandes, ni milagros extraordinarios, porque Yo demuestro Mi Amor en mil detalles cotidianos, que tú no alcanzas a apreciar.
7. Quiero que Me escuches despacio y con deleite, ampliando en tu corazón cada cosa que te digo.
8. Detente, hijo, a saborear las cosas que tu Dios te dice, como el niño saborea su confite, para sentir mejor su gusto y sabor. Saborear las cosas de Dios es en realidad sabiduría.
9. Se ocupan unos en buscar lo que nunca han de encontrar; ocúpate tú en oír lo que siempre y para siempre has de escuchar.
10. Hijo, aprende a pedirme a Mí con sencillez, porque a veces Me la pones muy difícil y exigente: si lo que necesitas es calmar tu sed, dímelo a Mí; pero no Me pidas que te haga un río, ni que haga brotar agua de las rocas.
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1. El que permanece en amistad con Dios – por medio de su gracia -, goza con poco y la creación entera se recrea en él.
2. El justo con poco se llena, con poco calma la sed; cualquier techo lo protege y cualquier vestido lo arropa.
3. El justo se sienta sobre una piedra y descansa; el pecador en ningún asiento se siente cómodo.
4. El justo donde esté se siente a gusto. El pecador donde esté está a disgusto. El gusto se lleva adentro cuando se tiene a Dios.
5. El justo siempre salva el pellejo con toda su familia.
6. El justo resulta incómodo para la gente descreída.
7. Todo pecador lleva en sí su propio infierno y el justo lleva en sí su Navidad.
8. Como se difunde un incendio en el silencio de la noche, difunde el justo en todo el universo la cerilla de su propia santidad.
9. El justo es temido por el hombre pecador.
10. La tierra se alegra al sostener los pasos del hombre justo y se humilla cuando pisa el pecador.
11. El recluta se pone el uniforme y piensa que ya sabe disparar. Así piensan algunos, que el ponerse insignias en el pecho los hace santos.
12. Los hijos de Dios que cumplen Su Santa Voluntad, mientras más los opriman más se crecen.
13. Donde un justo se encuentra con otro justo, se siente mejor que con su familia de sangre, porque sólo hay una familia: la familia de Dios; se sienten entre hermanos los que se saben hijos de un mismo Padre Dios.
14. Los justos reunidos, hacen familia de auténticos hermanos.
15. Los justos unidos por los lazos de oración son la Ciudad impenetrable al ataque de satanás.
16. El justo lleva en sus ojos la transparente bondad de su mirada.
17. El justo donde esté siempre encuentra quien le ofrezca un abrigo.
18. El pecador sólo acude a Dios en el castigo; pero el justo acude a Dios a todo momento.
19. Dios le alarga el tiempo de prueba al hombre justo, para que pueda hacer más méritos; pero al hombre pecador le acorta el plazo porque la tierra lo rechaza.
20. Los justos juzgarán a otros todo el tiempo de su vida.
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1. La paz que Dios quiere darle a los hombres, es Su paz interior y no la ausencia de dolor, conflictos, guerras y catástrofes.
2. Es mejor sufrir por arrancar de una vez, que sufrir padeciendo lo que ya no se puede cortar.
3. Si sufres, no te extrañes, es que Dios te está preparando como instrumento suyo, para que cumplas Su Santa Voluntad.
4. Los soldados antes de ser lanzados al combate, son entrenados en duras pruebas, que a veces resultan superiores a la guerra.
5. Dios permite el dolor de sus hijos, para afianzarlos en Su seguimiento.
6. Dios te quema las entrañas con el dolor del corazón, para Él poder vivir más cómodamente dentro de ti. Para que tu corazón sea digno trono de Su Reino en esta tierra.
7. Dios quema el corazón, para matar todo germen de atracción a las cosas de la tierra y al pecado.
8. Cuando el corazón duele, es porque Dios lo tiene cogido de Sus manos y sientes el fuego de Su Amor que quema.
9. No te quejes ante el dolor, ten ánimo, sé fuerte como lo fue la Mujer ante la Cruz.
10. Dios quiere darte cosas superiores y el valor de lo superior es un duro sufrimiento.
11. El costo de lo mejor es alto.
12. Dios compró la Redención con un costo muy alto de dolor. Ahora quiere comprar con tu dolor el sitio para El Reinar en esta tierra.
13. Cuando sientas dolor, no digas ¡ay! ; sino ¡Jesús!
14. El amor de Dios es semilla que se abona con dolor.
15. Dios aquí con el dolor bendice; y allá con el dolor maldice. Aquí con el placer maldice; allá con el placer bendice.
16. Aquí el tormento es fugaz y llevadero; allá la gloria no tiene fin.
17. Si tú sufres, teniendo el respaldo de la oración y puedes desahogarte con Dios y con Su Madre, ¿cómo sufrirán quienes no tienen con quien desahogarse?
18. Dios a unos les manda la cruz de la soledad y a otros la cruz del matrimonio. Pero en ambas cruces está Cristo bien pegado.
19. Isaac cargó la leña para su propio sacrificio, lo mismo hizo Jesús. Carga tu también el leño que te hace sufrir.
20. Tu dolor, Dios se ha encargado de llevarlo y no se lo vayas a quitar.
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Sabes Hijo mío – Tú, sí, Tú que me lees – ¿Por qué te amo tanto?
Porque tú eres – y todos los hombres y mujeres – carne de mi carne, sangre de mi sangre. Por tus venas parece que corre la sangre de Cristo.
Un padre y una madre aman a su hijo y corre por las venas del hijo la mitad de la sangre de cada uno de los padres. ¡Y hay que ver lo que es el amor de una madre!.
Los abuelos aman a su nieto y corre por sus venas una cuarta parte de su sangre. Y hay que ver el amor tan grande de los abuelos por sus nietos!
¿Ahora me comprendes por qué dejarte sólo y dejar de llamarte y buscarte?
¿Ahora me comprendes por qué me meto en tu vida y siempre influyo en ella aunque tú no te des cuenta?
Te busco para que aceptes someterte a mi Santa Voluntad. Te busco para darte lo mejor y hacerte feliz. Quiero que te dejes amar por que Yo te amo. Cuando yo te miro a ti, encuentro mi propia imagen y mi propia semejanza y el ciento por ciento de mi carne y de mi sangre.
Si una buena madre pudiera tener su oficina al pie de la cuna de su pequeño hijo, lo haría, pues eso hago Yo.
Yo dirijo el cielo y la tierra estando al lado tuyo, estando metido en el fondo de tu corazón. Yo no tengo más ocupación que estar siempre contigo.
Madre: ¿Cómo hago para saber que eres tú la que me habla, y no mi gran imaginación? Tú te apareces y hablas – yo nunca te he visto ni te he oído – en cambio hay tanta gente que te ve y te escucha. Tú siempre das señales. ¿Qué señal me das para saber cuando hablas tú, cuando tu Hijo y cuando soy yo o el diablo que quiere decir cosas bonitas que parecen de Dios?
Hijo, mi señal es la oración – mi única señal -. Mi Hijo habla a todos en el fondo del corazón, yo igual y hay que creerle y hacer lo que El diga.
Mi Hijo se manifiesta a quienes no exigen pruebas, se revela a quienes no desconfían. No hace falta que me veas con tus ojos, ni me oigas con palabras sonoras. Recógete en la oración y escribe lo que Yo te diga.
Tú tienes un privilegio especial, que lo pueden tener todos y se lo quiero dar a todos a través de la unión conmigo para cumplir la Santa Voluntad Divina: Que cada que quieran saber mis indicaciones y consejos, que me llamen, cojan papel y lápiz y Yo les hablaré y también mi Hijo.
Los que me ven, lo hacen solamente cuando Yo quiero, lo mismo que a mi Hijo. En cambio, los que no me ven ni escuchan mi voz, son más privilegiados, porque me pueden invocar cada que quieran. Yo les hablo con palabras que retumban en el corazón.
Son bienaventurados las almas que sin haber visto ¡han creído! Yo lo que quiero fomentar es la oración. La oración es el medio más eficaz para hablar con Dios. La oración es el medio más eficaz, más corriente y normal del cual se vale mi Hijo para hablar. Dios habla a todos los hombres a toda hora a través de la oración. Lo que hay que hacer es apuntar para poder recordar. Dios escucha a todos a través de la oración: No le hables que ya sabe lo tuyo, cópiale.
Hijo estoy cansada de hacer apariciones multitudinarias, donde la gente no va con intención de orar y convertirse, sino con afán de asistir a un espectáculo teatral, no quiero ser espectáculo de nadie. No quiero que la gente me busque con afán de novedad. Eso nunca le ha gustado a mi Hijo. Mi Hijo huía de la gente que lo buscaba con afán de ver prodigios.
Mi Hijo actúa a través de la oración. Mi Hijo pone el cielo y la tierra a funcionar a través de la oración. Busco gente que crea en la oración y que no busque aparición, ni sensación, ni espectáculo callejero.
– ¿Cómo saber cuándo vienen las cosas de parte de Dios y no del diablo?
Pues por sus obras y por sus efectos se conoce al autor. Las cosas de Dios dan paz al alma. Las cosas de satanás producen tristeza mala, remordimiento, desolación, angustia y desesperación.
Sabrás cuando vienen de mí las palabras porque te producen en el alma una gran alegría. Yo soy causa de la alegría. Recuerda como la gente que escuchaba a mi Jesús, decía que nadie había hablado como El.
Cuando tú te pones en oración e invocas a mi Hijo o a mí y apuntas las cosas que sientes en el fondo del corazón, cuando luego las meditas y relees, te das cuenta que esas cosas no eran tuyas, que tú no eras capaz de inventarte esos mensajes y te estremecen positivamente, porque han sido dichas de parte de Dios.
Yo quiero Hijo mío que a mucha gente le enseñes a hacer oración, ya que tú llevas más de 30 años invocando, escribiendo, meditando y comprobando que son ciertas las cosas que se te dicen en la oración.
– Madre y llevo 53 años ofendiendo al Señor. ¿Con qué autoridad le voy a hablar a la gente, si soy un pecador?
Hijo, si haciendo oración eres tan débil y pecador, ¿como sería que no hicieras oración?
Habla sin pena ni vergüenza y que los que han visto tu pecado, vean tu conversión.
La autoridad no viene de ti sino del poder de la oración.¡Escríbelo hijo, no seas terco! Pon mis mensajes a circular con tu nombre, teléfono y dirección, para que te puedan llamar las personas que deseen a hacer oración.
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Pretendemos tomarnos el mundo para que Reine Dios en él, y arrojar a Satanás de la faz de la tierra. Somos guerreros del Reino de Dios.
Somos un Ejército de paz en orden de batalla de Oración.
La Comandante del Ejército que ha de aplastarle la cabeza a la serpiente es la Madre de Dios, Santa María. Ella es ejemplo de obediencia y humildad.
Ninguna guerra se ha ganado sin una gran estrategia y sin rígida disciplina.
Para alcanzar la victoria se necesita estar al comienzo en una situación de superioridad; pero aún así se puede fracasar, sino manejas bien tus fuerzas.
La fuerza nuestra es superior: Dios. No fracasaremos mientras escuchemos con nitidez su Voz Divina, en la sencillez omnipotente de la vida de oración.
1. Atacar con naturalidad y sencillez al enemigo, sin llamar poderosamente la atención.
Lo nuestro es el apostolado personal, de uno en uno; de doce en doce hasta tomarnos para Dios el mundo entero. Sin llamar la atención con uniformes ni con ningún tipo de distintivo. Sin hacer publicidad ni sin hacer ostentación de nuestros logros, porque no son nuestros sino de Dios. Nunca diremos cuántos somos: ahora porque somos pocos, luego porque seremos muchos. Pero nuestra fuerza nunca radicará el la cantidad de los soldados sino el la calidad de nuestra entrega obediente a la vida de oración.
2. Atacar indirectamente al enemigo y no directamente.
Lo nuestro es dar doctrina. Lo nuestro no es pelear con nadie. Lo nuestro es no tirar perlas a los cerdos. No habrá cerdo que se venga furioso contra ti si no lo atacas. Lo nuestro es inundar el mundo del amor de Dios, sin ponernos a pelear con los que odian. Ahogar el mal con abundancia de bien.
3. Hacer que el enemigo se destruya solo.
Nunca hacerle publicidad al error. Ignorarlo. Dar la doctrina correcta cuando hay un error de moda, sin hacerle publicidad a los que propagan el error; seríamos idiotas útiles de ellos.
4. Llegar antes al campo de batalla.
Primero oración y luego acción. La oración siempre llega de primero al campo de batalla y desgasta al enemigo. Saber esperar: a veces la paciencia nuestra en soportar el ataque, desgasta más al enemigo que poniéndole a pelear. La prudencia nos dirá cuando hay que esperar y cuando es el momento de atacar.
5. El enemigo dividido está maduro para ser conquistado.
“Todo reino dividido contra sí será desolado”, dice la Escritura. Nuestra fuerza siempre radicará en la unidad con el Director que Dios nos ha puesto y en la unidad entre nosotros. Entre nosotros no cabe la murmuración ni la crítica. Lo que no nos guste lo decimos de frente y a la cara, personalmente y sin herir; y estamos dispuestos a aceptar con docilidad y humildad el parecer contrario al nuestro del Director.
Vivimos también la corrección fraterna. Hay que detectar a los murmuradores y con espíritu crítico y farisaico, y expulsarlos de la Ciudad.
Vivimos el Día de Ronda: cada uno tiene un día para rezar más por cada uno y vigilar así los muros de la ciudad para que no entre el enemigo.
6. Al enemigo hay que atacarlo por sorpresa.
Los planes de Dios nunca se cuenta. Las cosas que debemos hacer, se hacen, sin advertir a la familia ni a los amigos, porque el enemigo satanás se valdrá de ellos para poner todo tipo de obstáculos.
Nunca hay que pedir permiso a nadie para obedecerle a Dios, para hacer lo que Dios quiere de ti. Primero actúa, y después de actuar, que se entere y critique el mundo entero, pero ya lograste el objetivo.
satanás es valiente para atacar un proyecto, pero cobarde y débil para atacar un hecho cumplido.
7. Recordar que Dios creó el mundo de la nada.
Quien espera tener recursos para emprender un proyecto, nunca lo logrará. Se comienza con lo poco que se tiene y Dios irá mandando el resto. Las grandes catedrales han comenzado siempre por el primer ladrillo, pero la constancia de la fe puso el techo de último.
Lo que comienza con grandes masas dura poco. Lo que comienza pequeño afianza sus raíces como un roble fuerte.
Cuando la madre naturaleza quiere producir una calabaza se demora seis meses; pero cuando quiere producir un roble tarda cien años. Ten paciencia. En tu vida de apóstol no pretendas ver el fruto de inmediato. La Palabra de Dios es una semilla frágil y pequeña que demora largo tiempo en retoñar; pero luego, con tu riego de oración se hará un árbol fuerte que dará muchos frutos.
Los grandes imperios económicos no han surgido de la noche a la mañana: han comenzado pequeños, pero la constancia y la paciencia de sus dueños, hizo que sus nietos recogieran las ganancias. Nosotros no sembramos para recoger nosotros sino para que otros recojan los frutos de sudor de sangre de nuestra siembra.
¡Que bonito sembrar para que sean otros los que recojan los frutos generosos de nuestro sacrificio y nuestra entrega!.
8. El ataque tiene éxito cuando el enemigo descuida la defensa.
Nosotros nunca descuidaremos la defensa: ¡la vida de oración!. El día que no hagamos oración, habremos descuidado en nuestra vida la Ciudad de la Oración; la fortaleza de nuestra defensa: la oración. Sin oración, se destruye la Ciudad de la Oración.
9. Siéntate en lo alto de la montaña y observa como lucha el enemigo.
Moisés no fue a la guerra. Moisés se quedó con los brazos elevados al Cielo en oración. Cuando subía los brazos ganaba el ejército de Dios, cuando los bajaba ganaba el enemigo. Nosotros mantendremos siempre los brazos arriba en oración y será Dios quien destruya al enemigo.
10. Por falta de prudencia los hombres no ven el peligro.
El imprudente no ve el peligro donde hay un gran peligro. El imprudente minimiza el peligro y minimiza al agresor.
¡No hay enemigo pequeño!. La gracia de estado que Dios le ha dado al Director, cualquiera que sea, le hace ver las cosas a diez mil kilómetros de distancia. Si el Director, o quien nos lleva la asesoría en nombre del Director, nos dice que hay peligro, que algo no conviene, le creemos de inmediato.
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1. Cuando Dios quiere hacer a alguien fecundo, primero le hace saborear la humillación.
2. Mientras quieras aparentar, no eres tú mismo.
3. Dios a los que ama los oculta de los hombres. Así hizo con María y con José. En el cielo brilla la grandeza de muchos santos, que en la tierra no fueron conocidos.
4. Pon en pasar inadvertido, el mismo empeño que otros ponen en querer brillar.
5. ¡Que tristeza: te hiciste expulsar del paraíso, porque tú hubieras actuado exactamente igual que Adán y Eva!
6. Sin la gracia de Dios, tú hubieras matado a Abel, habrías cambiado tú primogenitura, como Esaú por un plato de lentejas; hubieras profanado a la esposa de tu padre como lo hizo Rubén, hubieras vendido a tu hermano como esclavo, hubieras matado a uno de tus soldados para quedarte con su esposa, como lo hizo David; hubieras negado a Cristo, y lo habrías vendido.
7. Humildad es conocerte a ti mismo y saber que eres capaz de todo mal, porque estás hecho de la misma materia prima de los malvados: con el polvo de la tierra.
8. Pero tú al vender a Jesús, habrías llorado y Jesús te habría perdonado por tus lágrimas y se hubieran fundido los dos en un abrazo y hubieras mojado su túnica con tus lloros, para pedir perdón. Y por la gracia de Dios y tu humildad, habrías sido el único discípulo que habría muerto junto a Jesús en la Cruz.
9. Cada vez que has ofendido a Dios, te has puesto en los zapatos de Judas; y cada vez que has llorado tus pecados, has actuado como Pedro.
10. Dios olvida tus pecados; pero tú no los olvides, para que no repitas, las veces que te has apartado de Su gracia y has cogido el látigo, para destrozarle sus espaldas.
11. Nunca olvides las veces que has cogido un martillo y unos clavos para hundirlos en las manos de Jesús y pegarlo a la Cruz.
12. Nunca olvides, cuando veas las miserias de los hombres, que tú serías capaz de hacerlo igual, si estuvieras en sus mismas circunstancias.
13. Los hombres proyectaron construir una gran torre – no en honor de Dios -, sino en su honor para hacerse ellos famosos, y Dios los dispersó.
14. Para nada valió la dispersión de la torre de Babel, porque los hombres continúan empleando su vida en la vana ilusión de aparentar, quedar bien y hacerse famosos.
15. El deseo de quedar bien y buscar fama, aparta de Dios. Porque se piensa en hacer honor al propio nombre y no en darle gloria a Dios.
16. Quien no es humilde, dedica su vida a pensar solo en sí mismo, y con tal de darse gusto, se salta todos los mandatos, se brinca todas las barreras y se para sobre todos los demás.
17. ¿Sabes por qué te quiere tanto Dios a ti, para que te llenes de humildad?: Porque lo has hecho sufrir mucho con todos tus pecados y los padres aman más al hijo que más los ha hecho llorar.
18. La estrategia de Dios contra el demonio, es el silencio y la humildad.
19. Actuarás con humildad si le consultas a Dios tus actuaciones.
20. Si le miras, no te dejará Dios perder la cabeza ni olvidarle.
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1. Dios no quiere comprar tu amor con atractivos visibles. Dios cuando llama, primero pide todo, para darlo todo, en esta vida y en la otra.
2. Dios ofrece en esta vida, si lo sigues, gozo, paz y el pan de cada día; y en la otra, la vida eterna.
3. Tú eres hijo de Dios, y lo mejor lo tiene Dios reservado para ti.
4. Dios te llama a cosas superiores, infinitas, inmensas, eternas.
5. Dios no te quiere llevar por el camino del sufrimiento sino del amor.
6. Cuando ames la Santa Voluntad de Dios, ya no te preocupará si te hace sufrir o no, sino que tu gusto será hacer lo que Dios quiere de ti.
7. Cuando el potro está domado, ya no necesita que le tuerzan la cabeza al torno y no le causa dolor obedecer las riendas para hacer la voluntad de su jinete, que en tu caso es Dios.
8. Cuando te enamores de Dios, cuando ames a Su Madre, te darás cuenta que no necesitas del amor de las criaturas de la tierra.
9. Si la persona más importante de la tierra, quisiera desahogarse contigo y mostrarte sus tesoros y conquistas, que quiere compartir contigo, ¿Tú le pedirías alguna cosa, cuando es él el que quiere complacerte y darte gusto? Claro que no. Igual pasa con Dios.
10. Quiere Dios que abandones todas tus preocupaciones y que te dediques a escucharlo.
11. A eso quiere Dios que se dediquen muchos: a escucharlo. Quiere Dios que lo escuche cada uno en su propia casa, en el sitio más tranquilo y relajado.
12. Se puede escuchar a Dios en el monte o en la sabana, en la calle o en el tren; pero ahora quiere que lo hagas en tu casa.
13. No hace falta, para escuchar a Dios, que la gente se junte o se acumule – los que quieran hacerlo sin distraerse que lo hagan -.
14. Pero Dios quiere hablar a cada uno ahora, en forma personal, porque Dios a cada uno, tiene algo propio que decirle.
15. Dios no hizo las almas en forma colectiva sino individual y cada una, sola, tiene que comparecer en su presencia.
16. Dios a cada uno, de uno en uno, le quiere hablar y le quiere dirigir, para Él Reinar sobre la tierra.
17. Dedícate por entero a meditar las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia.
– Dedícate a escuchar a Dios, reparar, darle gracias y adorarlo.
– Dedícate a meditar los misterios de Dios y la doctrina de la Iglesia.
– Dedícate a aconsejar, a dirigir los espíritus de los hombres hacia Dios y a dar doctrina.
18. Dedícate a escuchar a Dios, que habla en el fondo de tu propio corazón y Él será tu guía, tu maestro y consejero. La Madre de Dios estará siempre a tu lado para brindarte en abundancia, lo que necesites para cumplir tu tarea.
19. A tu servicio está tu ángel y todos los ángeles del cielo.
20. Los ángeles traerán los hombres hacia ti, para que tú los pongas en las manos de la Madre de Dios y Ella los lleve a Su Hijo.
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1. Dichoso tú que tienes como esposa casta y virginal a la Madre de Dios, El te la ha dado como Esposa y Madre.
2. Dichoso tú, que tienes a tu lado a una Mujer perfecta, que te garantiza vivir en paz el resto de tus días: La Madre de Dios.
3. Dichoso tú que has recibido en herencia lo mejor que tiene Dios: La Madre Suya.
4. En la pobreza, con la Madre, nada te faltará. En la riqueza, con la Madre, de todo disfrutarás.
5. Dichoso tú que tienes motivos para sonreír con rostro alegre y verdadero, porque posees a tu lado el mejor regalo de la creación, la obra más perfecta: La Madre de Dios.
6. Todo lo que necesites, tanto material como espiritual, pídelo a la Madre. Ella maneja las chequeras de Su Hijo.
7. Si confías en la Madre de Dios ¿Para qué quieres atesorar?
8. Dios te dio a Su Madre, como Madre tuya para que esté a tu lado y tú pienses en Ella noche y día.
9. Dios le perdonó a Abrahán la muerte de su hijo, pero no le perdonó a María la muerte del Suyo, por eso la ama mucho más.
10. Dios a Su Madre no le niega lo que pide; Dios de Su Madre no se hace de rogar.
11. Le pediste a Dios por medio de Su Madre que no te soltara: Dios te ha escuchado. Dios no te ha soltado. A los dos les gustó tu petición y Dios y Su Madre te tienen cogido de la mano.
12. La Madre de Dios quiere que tú siempre tengas paz, tranquilidad absoluta, confianza en Su Hijo, porque todo lo que pasa es para tu bien y la Madre de Dios se ocupa en conducir tu vida.
13. Dios tiene todos tus problemas ya resueltos y Su Madre también; ¿Para qué te preocupas?.
14. Tú al verte defraudado y vacío acudiste a María que es tu Madre. Ella comprendió tu dolor y te acogió. Ella se conmovió al ver tu tristeza y amargura.
15. Ella se ofreció para llenar tu vida al verte despreciado; para darte amor al verte abandonado y para recibir tu amor al verte rechazado.
16. Pídele a Jesús que te infunda el amor que El tiene por Su Madre. Pídele a la Madre que te infunda el amor que Ella tiene por Su Hijo.
17. Hablando con la Madre de Dios y con Su Hijo has llenado tu vacío de una forma total y superior. Ellos te llenarán todas tus necesidades, espera serena, tranquila, alegremente.
18. El Padre Celestial amó a María antes de Ella nacer. Antes de nacer La Madre era la criatura más amada, porque en su mente la había concebido ya perfecta.
19. Tenía que ser perfecta desde antes, la Criatura que iba a ser Madre de Dios y administradora de todas las gracias de Su Hijo.
20. Para el Padre Dios, es imposible crear otro Dios semejante a Él. Pero si le fue posible hacer una Criatura semejante a Él: La madre Suya.
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1. Tu muerte está cercana ¿sabes a cuánto tiempo? a una gota de agua del mar de la eternidad.
2. ¿Quieres gustar del cielo desde ya? Empieza por alejarte de las cosas de la tierra, empieza por despedirte de lo que dentro de poco has de dejar.
3. Vida, es el breve tiempo que transcurre entre el vientre de la madre y el vientre de la tierra.
4. Dios a los vivos los llama y a los muertos los juzga. Su espera sólo espera a los que andan por la tierra. La espera de Dios sólo llega hasta el momento de la muerte.
5. Dios es como una madre que lleva una criatura en su vientre y espera por un tiempo. Al final la criatura sale viva o muerta, pero el tiempo de la espera tocó fin.
6. Tienes un tiempo de espera en el corazón de Dios, después te recibirá la eternidad.
7. Por más que el incrédulo no crea, a la muerte sí le cree y se llena de terror.
8. Morir de buena vejez es suerte que depara a los que han sabido cumplir la Santa Voluntad de Dios.
9. La eternidad ha empezado para ti, tu existencia no terminará ya nunca. Tu eternidad la defines en el corto tiempo de la tierra.
10. Dios a cada uno le ha fijado los días en la tierra. Pedirle a Dios la muerte antes de tiempo es egoísmo, es robarle Gloria aquí en la tierra.
11. Pedirle a Dios la muerte es comodidad, cobardía y falta de compromiso, con la lucha que Dios espera que cada hombre le ayude a librar contra satanás.
12. La mejor muerte que existe es “morir encogiendo”, morir encogiendo los pies en la propia cama, rodeado de los seres queridos de la tierra, para luego reunirse con los seres queridos de la eternidad.
13. Al pasar por un lugar, recordaste tus años infantiles, así recuerdan los muertos el tiempo de la tierra sin poder volver jamás.
14. El mundo es aeropuerto: se llena con los que llegan, se vacía con los que van.
15. En el cielo no hay que esperar, porque allá todo ha llegado; en el infierno no hay nada que esperar porque allá no hay esperanza.
16. El que no muere en la amistad de Dios, por medio de Su gracia, no vivirá con El donde El reina con sus amigos.
17. La tierra es el único lugar para buscar el amor y la amistad con Dios. En el cielo están los hombres que en la tierra le buscaron, en el infierno están los confianzudos que pensaron que a última hora, sin pedir perdón, Dios tenía que perdonarlos.
18. La vida es sala de espera para la vida eterna.
19. Una noticia: vas a morir; tus días sobre la tierra están contados. ¡Comprende el precio del tiempo que te queda y tómate en serio los mandatos del Señor!.
20. Pídele al Señor que te de una larga vida, pero que no permita que pases por los achaques de la vejez.
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1. Dios escucha al que está desposeído. Si te quita todo es para poderte escuchar.
2. Dios siempre escucha a quien cumple Su Santa Voluntad.
3. Si quieres conocer a Dios, necesitas tiempo y dedicación para estudiar, meditar, reflexionar y orar. Esto requiere un ambiente tranquilo, sereno, sosegado, lleno de paz, de la paz que Dios le imprimió a la naturaleza y al primer hombre antes de la primera tentación.
4. Si tienes muchos quehaceres, muchas idas y venidas, llamadas, atender muchos problemas y emprender muchas empresas, todo esto te llevará a la falta de reflexión y a la dispersión. En un ambiente así no florece la sabiduría y nunca serás sabio ni hombre de oración.
5. Dios habla cuando encuentra el alma quieta.
6. La voz de Dios, se escucha en el silencio, ajeno a toda perturbación interior del corazón, a toda preocupación o malestar de la mente.
7. ¿Te gustaría hablar con una persona enojada, cierto que no? Pues a Dios tampoco.
8. ¿Invitarías a una fiesta a una persona que llora, cierto que no? Dios no invita a una persona desconsolada a la fiesta interior de la oración, porque le falta fe.
9. A la oración no vas a hablar sino a escucharle.
10. ¿Le abrirías tu corazón a una persona que te causa molestias y enojos, cierto que no? Pues Dios tampoco, Dios abre Su Corazón a los amigos, a Sus hijos que le comprenden, ponen atención y disfrutan Sus Palabras.
11. En la oración Dios va a que le escuchen y a desahogar Su Corazón en el corazón de quien escucha.
12. A Dios le gusta escuchar a quien le escucha.
13. A la oración no vas a pedir, porque Dios sabe ya todo lo tuyo, ni siquiera a recordarle, porque tiene todo lo tuyo bien presente. A la oración vas a enamorarte.
14. A la oración vas a atenderle, a poner atención a sus preocupaciones, que aunque tú no puedes resolverlas, Dios se contenta con ser escuchado y atendido.
15. A Dios le complace tanto ser oído con atención y con cariño, que a la gente que le escucha, le resuelve todos sus problemas, le complace en todos los gustos y le lleva todos los caprichos.
16. Dios en la oración se comporta como un buen anfitrión; está pendiente de tu copa para llenarla de vino cada vez que esté vacía, sin esperar que se lo digas, para que tú no interrumpas de escucharle.
17. A Dios le gusta que para hablar con Él, pongas tu habitación en orden y te vistas con lo mejor que tengas, porque así se recibe a alguien importante de la tierra y Dios merece mucho más.
18. Dios no desprecia la oración de los que trabajan con el ruido del martillo de sus manos. Ellos le hablan y le dan gloria con su buen trabajo; pero es difícil que le escuchen, porque la voz de Dios es opacada con los golpes de su oficio.
19. Cuando alguien está concentrado en sus quehaceres, le es muy difícil poner su mente en blanco, para que Dios pueda escribir en ella.
20. Cuando alguien tiene su corazón lleno de preocupaciones santas y buenas de la tierra, le es muy difícil abrir espacio en su corazón para Dios hablar en el. A Dios no le gusta hablar incómodamente.
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1. Enciende tu corazón con la Palabra de Dios y así se difundirá ella como llama entre los bosques.
2. Expresa con palabras de hoy la Palabra de siempre, esta es la tarea, hijo, que a ti te pongo. Extraer de la Palabra eterna, las palabras para hoy, sin cambiarle su sentido.
No te pierdas en el bosque de detalles técnicos, sino que sigue fielmente y con sencillez el camino que te lleva a Dios, que Yo te indico.
3. La Palabra de Dios también se encuentra en la selva, en la montaña, en el viento y en el mar. ¿Enviarías tú un niño solo a que busque la Palabra de Dios en la selva amazónica? Eso hacen los que tratan de interpretar las Escrituras sin tener en cuenta las enseñanzas de la Iglesia y la santa tradición.
4. Casi todo explorador que se mete en la espesura de la Biblia, sin conocer la doctrina de la Iglesia, es un perdido más para la Iglesia y un enemigo de la Madre de Dios.
5. Casi todos los “buenecitos” que leen la Biblia, atacan a la Madre de Dios, a la Iglesia de Cristo y al sucesor de Pedro.
6. Esos “buenecitos” son los fariseos modernos que no fuman ni beben. Son santurrones que se escandalizarían nuevamente si hubiesen visto a Cristo tomar vino y comer con pecadores.
7. La Escritura parece la historia del fracaso de Dios para implantar su Reino entre los hombres; pero no, Dios no fracasa.
8. La escritura muestra el llamado de Dios y la ruina del hombre ante el rechazo del amor de Dios.
9. La Palabra de Dios proviene de la inmensa eternidad.
10. La Palabra de Dios es luz que alumbra y fuego que derrite el más duro corazón.
11. Sus Palabras queman solas. Esta es la prueba de que lo dicho es de Dios.
12. Dios es Idea de Sí Mismo. Dios es Verbo, es Palabra que se escucha a Sí Mismo. Cuando el hombre escucha a Dios, se hace palabra semejante a Dios; pero no igual.
13. Dios es Conocimiento que se conoce a Sí Mismo. Cuando el hombre conoce a Dios se hace semejante a Dios, pero no igual, porque Dios es sólo Uno.
14. Dios en su más íntima esencia no es un ser solo y aislado, sino un hogar de tres personas: Padre-Hijo-Espíritu Santo.
15. Dios es Hogar, unido e inseparable, donde todas las Personas andan juntas; donde está Una, están las otras Dos; lo que hace Una, lo hacen las otras Dos.
16. Dios actúa en barra y en equipo: El Equipo Celestial de las Tres Personas Divinas; cada una siendo Dios, no son tres dioses, sino Uno, Único e Indivisible Dios.
17. Cuando Dios actúa pone a funcionar el Motor Omnipotente de Su Trinidad Divina y las Tres Personas actúan.
18. La Creación es obra de las Tres Divinas Personas , de la Trinidad de Dios. La Redención es obra de las Tres, de la Trinidad de Dios. La Encarnación es obra de las Tres, de la Trinidad de Dios: por querer del Padre; por actuación y Gracia del Espíritu Santo; por Encarnación del Verbo Eterno, en las entrañas virginales de María.
19. ¡María es Madre de Dios y Dios es Trinidad! Donde está el Hijo, está el Padre y el Espíritu Divino. Por eso cuando el Verbo Eterno reposaba en las entrañas virginales de María, allá con El tenían que estar el Padre y El Espíritu Divino.
Las entrañas de María fueron lugar de reposo de la Trinidad Divina de los cielos. “El Verbo se hizo carne”; pero el Hijo Dios es inseparable del Padre y del Espíritu Santo Dios. ¡María es Madre de Dios!.
20. La Palabra de Dios, como la llama, siempre atrae las miradas de los hombres, para que confíes en ella.
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1. Desde que Adán y Eva pecaron el mundo no ha tenido paz, ni la tendrá.
2. Mientras exista pecado en el mundo es inevitable que la naturaleza desborde su ira y se haga hostil al hombre.
3. El pecado es violencia que engendra más violencia.
4. Dios no destruye al pecador porque tendría que destruir gran parte de la humanidad, y la tierra podría quedar casi vacía, como estuvo al principio.
5. Dios no manda castigos totales, sino parciales y remediales, que sirvan de escarmiento para que los pecadores se conviertan y los justos Le amen más.
6. El pecador no disfruta de las cosas que posee, porque las cosas lo censuran y rechazan.
7. El pecador se cansa de día y no duerme de noche, porque el dulce sueño se le escapa.
8. Al pecador ningún manjar lo llena y nada le calma la sed, en todo techo está inseguro y con todo vestido siente desnudez. El pecador no soporta el frío hielo de su propio corazón.
9. El castigo está próximo, porque el pecado siempre está al lado del castigo.
10. El pecado es fuerza bruta que atrae su castigo.
11. El castigo es escolta que acompaña al pecador.
12. El tiempo del pecado es el breve tiempo que tarda en venir el castigo.
13. El castigo es siervo que trabaja duro y sin descanso, cuando tarda es porque está ocupado con otros pecadores.
14. El castigo es médico que cura, para unos; y verdugo que mata, para otros.
15. Cuando el hombre está en pecado falta Dios, y sin Dios todo es soledad, tinieblas y caos.
16. La mujer se deja engañar fácilmente por las apariencias, el hombre se deja engañar fácilmente de la mujer.
17. Los frutos del pecado son: miedo interior y desnudez del alma, atracción por las cosas de la tierra, enemistad, dolor, aridez en el trabajo, sensualidad, ponerse bajo el dominio de los demás, venganza de la naturaleza, escasez de los recursos, frustración de los esfuerzos, comer hierbas de animales, fatiga, retroceso y muerte.
18. El egoísta siempre se encoleriza, se descompone y entristece, se llena de envidia, de deseos de matar y su alma está abierta a todo tipo de pecados.
19. La creación que presencia el pecado clama a Dios castigo.
20. La corrupción engendra violencia.
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1. Todo lo que existe Dios lo ha hecho y tiene un fin: darle Gloria a Él y someterse a Sus mandatos.
2. Todo se somete a la Voluntad de Dios en el cielo, en la tierra y en los infiernos.
3. Solo a ti – al hombre-, Dios te ha dejado libre por un tiempo, breve tiempo, en el pequeño espacio de la tierra, para luego sancionar tu libertad con un premio o un castigo eternos.
4. Los ángeles ya pasaron la dura prueba de su propia libertad. Unos fueron premiados y otros arrojados al infierno, eternamente. Los que gozan ya no son libres para dejar de gozar, ni los que sufren son libres para dejar de sufrir.
5. Para los que habitan en la eternidad el tiempo de la libertad ya se ha acabado. Los ángeles y los difuntos ya corrieron el riesgo de su propia libertad.
6. Dios creó al primer hombre en Su gracia y amistad, para Dios implantar el Reino Suyo en ésta tierra. Pero como el hombre pecó, es la tierra la que domina al hombre. Pero Dios quiere volver las cosas como eran al principio. No quiere Dios que el hombre sea esclavo de la tierra.
7. No pretendas ser famoso, sino cumplir la Santa Voluntad de Dios.
8. A ti te hará Dios muy fecundo si cumples Su Santa Voluntad. Dios será, tu director y guía.
9. Cuando Dios pide algo, provee los medios para que se cumpla Su Santa Voluntad.
10. Lo que más le gusta a Dios del hombre es la obediencia a Su Santa Voluntad. La obediencia es la máxima prueba del amor y de la fe.
11. Los ángeles de Dios actúan siempre a favor de los que cumplen Su Santa Voluntad.
12. No hay nada que añadir, ni nada que quitar, cuando las cosas vienen de parte de Dios.
13. Rebeca al saberse escogida por Dios como esposa de Isaac, dijo: “sí, quiero”. Igual fue la respuesta de María. Esa es la respuesta que Dios espera de ti para hacer Su Santa Voluntad.
14. Dios hace fecundo el vientre estéril de la mujer que cumple Su Santa Voluntad. Y hace fecundo el vientre anciano de aquella que cumple Sus Mandatos.
15. Desde las entrañas de la madre, Dios a unos los hace más fuertes que a otros, según le place a Su Santa Voluntad.
16. Casados o solteros, lo que importa es que cada uno cumpla la Santa Voluntad de Dios. Dios a unos los quiere casados, a otros viudos, a otros célibes. No es el hombre el que marca su destino, sino Dios.
17. No se trata de hacer mucho o poco, sino de hacer a cada instante la Santa Voluntad de Dios.
18. Ama Dios tanto a los que cumplen Sus Mandatos, que aunque caven en el árido desierto encontrarán un manantial.
19. La obediencia a los mandatos del Señor es fuente segura de prosperidad.
20. Trabajar es bueno pero es poca cosa. A Dios sólo le satisface amarle y hacer Su Santa Voluntad.
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